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Te desmontamos 5 mitos sobre las secadoras de ropa

Actualizado: 4 mar 2020

¿Eres de l@s que siempre ha querido comprar una secadora de ropa pero no se atreve a dar el salto debido al temor de que algo le ocurra a tu colada? Lo cierto es que pese a las ventajas presentadas por el invento, no son pocos los reacios: a pesar de que la penetración de las secadoras de ropa sigue creciendo en los hogares españoles, pasando de un 15,6% en 2017 a un 16,5% en 2018, en 2020 seguimos aún por debajo de la media europea.



Veamos cinco de los principales mitos comunes del uso de una secadora de ropa y descubramos si son realmente ciertos.


1. Gastan mucha electricidad


El miedo a la factura de luz es uno de los principales motivos por los que gran parte de los españoles decide no dar el paso. Es lógico pensar que dejando secar la ropa al aire libre veremos un ahorro considerable. No obstante la realidad es que la tecnología ha avanzado lo suficiente como para dejar de preocuparnos y empezar a disfrutar de las ventajas de un cómodo secado, y es que con los nuevos estándares de electrodomésticos eficientes el ahorro energético es significativo.


2. Son demasiado voluminosas


"¿Dónde voy a meter este trasto?". Este es uno de los factores determinantes a la hora de decidir si comprar un nuevo electrodoméstico y de qué características. A todos nos ha pasado a la hora de comprar una televisión: nos sumergimos en una batalla interna en cuanto a las pulgadas ideales para nuestro salón. De forma similar ocurre con las lavadoras o, en el caso que nos ocupa, secadoras de ropa. Pero realmente las hay de tamaños muy asequibles, rondando los 0,5 m2, y que pueden colocarse encima de una lavadora sin ningún problema.


3. La ropa acaba arrugada


Una razón que puede esgrimirse a favor de los tenderos tradicionales es que la ropa quede tiesa y el planchado posterior sea más sencillo (a veces incluso sin necesitarlo). Los motores y tecnologías de lavado han evolucionado mucho los últimos años y los programas de lavado permiten ahora que la ropa no solo salga sin arrugas, ¡comprar una secadora de ropa puede ahorrarte el planchado!


4. La colada acaba completamente húmeda


Irónicamente, no son pocas las personas que temen una poca uniformidad del secado y que algunas prendas salgan húmedas. Puede que en modelos antiguos ocurriera, pero esto es ya cosa del pasado pues actualmente incorporan sensores y escáneres que se aseguran de que esto no ocurra nunca más.


5. Las prendas delicadas acaban hecha jirones


Es normal: tienes ropa cuya etiqueta indica que necesita la más absoluta delicadeza y temes que se deteriore o, en el peor de los casos, se rompa. Sin embargo, los nuevos programas de lavado han permitido que no tengas que volver a preocuparte por ello: el etiquetado de la ropa ha quedado anticuado, pues no tiene en cuenta los avances tecnológicos.

Si tienes dudas sobre qué secadora te conviene en casa, consúltanos:

ESPACIO SETALDE DONOSTIA

Zabaleta 30 - Sótano

20002, Donostia

Tel  943 285 611

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